Espacio de estudio para tocar el niño en casa

/
0 Comments


En ocasiones ni el esfuerzo de los profesores ni del alumnado conduce a una mejora sustancial de su nivel. Hay muchos factores que intervienen pero hoy hablaré de uno en concreto, el hábitat de estudio.

El espacio y el ritual del niño o niña al comienzo, en sus primerar sesiones de estudio, van a determinar en gran medida su progreso, su motivación para no desistir y su satisfacción por el trabajo realizado. Hay varias instrucciones básicas que nos ayudarán como padres a contribuir a todo ello:

1. Designar un espacio de estudio en casa: un espacio estable, luminoso, silencioso y que contribuya a la concentración. Debe contar con una silla estable y confortable para tocar (totalmente plano el asiento y acolchado), un atril y varios elementos más. En nuestro caso, como músicos de viento-metal, resulta imprescindible una papelera para verter el agua del instrumento. También se debe fijar un lugar para archivar libros, partituras y métodos y otro donde guardar aceites, grasas y todo el material que se dispone para el mantenimiento del instrumento; por último, una alfombra donde poder apoyar con seguridad el instrumento durante los descansos y otro espacio fijo donde almacenar el instrumento una vez terminada la sesión de estudio. Quizá se queden en el tintero algunos detalles, pero siempre podéis sugerirlos a través de los comentarios de post más abajo!

2. Contar con un teclado o piano para que el niño o niña se guie en los ejercicios de boquilla y pueda él mismo tocar los ejercicios o melodías al piano.

3. Descubrir la hora perfecta de estudio para el niño o niña: los padres son totalmente responsables de analizar la carga de trabajo diaria de su hija o hijo y descubrir cuándo es el mejor momento para sentarse y estudiar con mayor eficacia. Una vez descubierto el mejor horario, procurar que este se mantenga constante semana a semana para contribuir a contruir un hábito de estudio.

4. Poner por escrito para el niño o niña los objetivos para cada sesión: objetivos concretos y razonables y que puedan llevarse a cabo con el tiempo disponible. Por ejemplo, tiempo para ejercicios técnicos, 10 minutos; 5 minutos para preparar un estudio o canción.

5. Regla de los 10 minutos: mejor estudiar 10 minutos que nada en un día. Ese hábito permitirá que la duración de las sesiones de estudios se pueda extender a 20, 30, 40 minutos o más progresivamente a medida que pase el tiempo sin ningún esfuerzo.

6. Saber estudiar: es importante ir regularmente a clase con el hijo o hija y consultar con su profesor las técnicas de estudio que debe seguir. Y acompañarlo durante las sesiones en casa. La repetición de arriba abajo es el peor método posible (repitiendo errores hacemos creer al cerebro que esos errores son lo correcto, es decir, un desastre). Estudiar despacio, aislando dificultades, aislando pasajes o compases y utilizando diversas herramientas (boquilla, afinador, metrónomo, etc.).

7. Otras herramientas: el lápiz, la grabadora y unos buenos cascos o altavoces ayudarán al niño o niña a ver los pasos que va dando. También entenderá que si se esfuerza, se consiguen resultados, pero sino estudia, el resultado es lamentable.

8. Tocar algo divertido: terminar las sesiones con una canción que el niño o niña se sienta a gusto, que domine y se divierta tocando. Es la mejor forma para ayudar a consolitar y reforzar el hábito de estudio.


Os recomiendo la lectura en inglés de “how to create the perfect practice session for your child” de Music Parents Guide, donde he encontrado la idea para este artículo.

También os dejo aquí el enlace para descargar el artículo a través de Calameo!


También te podría interesar

No hay comentarios: